Que decirte, haz
transcurrido una vida llena de obstáculos de circunstancias muy dolorosas y
profundas. Admiro el hecho de seguir adelante, al menos los mas que soportaste.
El continuar tras una violación cuando tenias no más de 9 años, sola en un
orfanato el cual, quizás no te brindo el cariño apropiado, esa contención que cualquier niño necesita.
Hoy ya no estás
entre nosotros, hemos perdido a un ser único, quizás no el modelo a seguir,
pero en fin inigualable. Un ser integro que vivió como quiso, o mejor dicho
como pudo. Pese a cada error, cada caída, de mala o buena manera intentaste
sortearlo. Envuelta en un entorno que comienza siendo muy atractivo y llamativo, pero que poco a poco te acerca a
la soledad, la falsedad, un ambiente donde todo corre por simples apariencias.
Te encuentras con ganas de no tener ganas, de despojarte de aquello que tanto
trabajo te costo alcanzar. Pasando a ser una cara y cuerpo bonito, influenciada
por el que dirán. Bajo el maquillaje se esconden mil y una cosas, sentimientos
que no fueron expresados, dolor, soledad, angustia por no encontrar alguien que
te valore por lo que realmente eres, por aquello que eres en esencia y no por
lo que tienes…
Muchos dicen,
que está en uno el enfoque que deseamos darle a nuestras vidas, el sentido y la
dirección que elijamos seguir, pero no es tan fácil. Al transcurrir la misma,
esta se nos va entornando de tal manera que quizás no sabremos manejar. Lo
importante es comprender el regalo que nos ha brindado Dios, la capacidad de
amar y de ser amados, de encontrar en los demás un amigo, hermano, un
afecto. Debemos valorar el hecho de vivir,
de existir, se ser conscientes de esto tan maravilloso, sacándole “jugo” a cada
vivencia. Debemos aprehender de todo los oscuro que se nos presente y tratar de revertirlo. No dejarse llevar por
la presión social y los falsos ideales, tan presentes en nuestra sociedad. Esa
que se cree omnipotente, que todo lo sabe, señalando al otro por el mero hecho
de juzgarlo. Recayendo sobre él, aislándolo.
Como te decía,
no es sencillo aceptarnos, aceptar mi realidad. Pero es necesario hacerlo. La
respuesta a todo dolor y sufrimiento es el Amor, el verdadero amor…
“El
amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no nos
envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no
tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se
regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.” 1 Cor 13, 4-7
Te dedico esta
pequeña frase esperando que la escuches, la sientas en donde sea que estés
junto a Dios. Deseando que te hayas encontrado allí la divina presencia de
Jesús, el cual de seguro ha de sanar todas tus heridas. Lástima que no pudiste
ser testigo de eso mismo aquí, en la tierra, junto a nosotros, para ser una más
de las misioneras del Señor, transmitiendo su mensaje, dejándolo en el recuerdo
latente de la humanidad… (YC)
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